lunes, 28 de junio de 2010

Eterna verdad

Precioso y profundo poema sobre el poder de la soledad, de Luis Cernuda:
Cómo llenarte, soledad, 
sino contigo misma... 

[...]

   Buscaba en ti, encendida guirnalda, 
mis auroras futuras y furtivos nocturnos, 
y en ti los vislumbraba, naturales y exactos, 
también libres y fieles,
 a semejanza mía, a semejanza tuya, eterna soledad.
Me perdí luego por la tierra injusta
como quien busca amigos o ignorados amantes;
diverso con el mundo,
       fui luz serena y anhelo desbocado,
    y en la lluvia sombría o en el sol evidente, 
    quería una verdad que a ti te traicionase.
  [...]
Por ti me encuentro ahora, el eco de la antigua persona 
que yo fui,
por ti me encuentro ahora, constelados hallazgos, 
limpios de otro deseo,
el sol, la noche rumorosa,
la lluvia, intimidad de siempre,
el bosque y su alentar pagano,
el mar, el mar como su nombre hermoso.
[...] 
 Tú, verdad solitaria, 
transparente pasión,
mi soledad de siempre, 
eres inmenso abrazo; 
el sol, el mar, 
la oscuridad, la estepa, 
el hombre y su deseo, 
la airada muchedumbre, 
¿qué son sino tú misma? 

Por ti, mi soledad, los busqué un día; 
en ti, mi soledad, los amo ahora.



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